Los servicios productizados son servicios que se empaquetan, venden y entregan como productos. Imagina que vas al supermercado a comprar una caja de mezcla para pastel. Cuando sacas la caja del estante, ves en la portada: un nombre pegadizo y una imagen de un pastel de chocolate perfecto.
La parte de atrás: la receta. Una lista de ingredientes e instrucciones para hacer el pastel. En el lado izquierdo: información sobre el tamaño de la porción y el valor nutricional. En el lado derecho: información de la empresa, testimonios de clientes y un número de teléfono para llamar por consultas. Y ya sea en la caja o en algún otro lugar destacado: el precio.
Un servicio convertido en producto tiene muchas de las mismas características: un nombre pegadizo y una descripción del resultado (y posiblemente una imagen cautivadora); qué contiene el servicio (ingredientes); un proceso predefinido (la receta) para entregar el servicio; un alcance fijo (tamaño de la porción); beneficios definidos (valor nutricional); testimonios e información de contacto; y un precio fijo.
Cuando buscas una mezcla para pastel, es fácil ver lo que está en exhibición, comparar los diferentes tipos y seleccionar el que parece que va a entregar el pastel que estás buscando. Los servicios convertidos en productos se empaquetan y venden como productos.
Son fáciles de identificar, seleccionar y comprar. Y aunque los resultados pueden no ser tan predecibles como una mezcla para pastel, están mucho más definidos que los servicios abiertos.
¿Por qué debería pensar en servicios productizados?
Si estás ejecutando un negocio basado en servicios, deberías pensar en convertir tus servicios en productos. En un negocio de servicios, solo tienes 2 palancas que determinan tu potencial de ingresos: el tiempo y las tarifas que cobras.
Tu palanca de tiempo: estás brindando un servicio y eso lleva tiempo. Puedes trabajar más horas, pero hay un límite (incluso si no duermes). Y tú también quieres tener una vida, ¿verdad?
Tu palanca de tarifas: Las tarifas que puedes cobrar tienen un techo. La experiencia y la reputación pueden ayudar a aumentar tus tarifas; la exclusividad de tu servicio también. Pero no quieres competir en tarifas y, seamos sinceros, no pasará mucho tiempo antes de que haya alternativas más baratas.
Así que quieres más apalancamiento. Es así como los servicios de productos pueden ayudar. Puedes automatizar y subcontratar. Toda tu administración, configuración, incorporación y otras cosas no esenciales se pueden automatizar o subcontratar.
Esto te da más tiempo para gastar en cosas que generan ingresos. Puedes invertir en ser más rápido y mejor. Tan pronto como una actividad está bien definida, se convierte en candidata a mejorar. Puedes invertir tiempo y energía en hacer las cosas mejor y más rápido, ahorrándole tiempo y ofreciendo una mayor calidad.
Un producto tiene resultados y entregables predefinidos. Esto cambia la conversación con tu cliente de tus tarifas y cuánto tiempo llevará, a cómo esto ayudará a tu cliente a resolver su problema. Y eso es mucho más valioso que el tiempo.
